Implementar sistemas de gamificación en una empresa puede convertirse en una forma excelente de mejorar la relación con los empleado (solucionando problemas como falta de compromiso o baja productividad), así como un método para llamar la atención de los usuarios y crear lazos con el cliente.

Lo primero de todo, ¿Qué es la gamificación?

La gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados: sirve para absorber conocimientos, para mejorar alguna habilidad para recompensar acciones concretas.

¿Cómo se puede fomentar la gamificación en la empresa?

Para emplear la gamificación resulta clave utilizar el juego acorde a criterios cognitivos y alineados con la motivación. Esto es clave para idear actividades que se perciban como interesantes y que estimulen los centros cognitivos de recompensa, promoviendo la concentración y la iniciativa de llevar a cabo determinadas tareas. En este sentido, es clave incorporar elementos como la competencia y el premio, propios del juego.

Algunas formas de fomentar la gamificación y las actividades lúdicas en una compañía son las siguientes:

Hacerlo simple: La gamificación no tiene por qué ser un proceso complejo con puntos de experiencia, insignias y logros. Si el perfil de tu cliente es el de alguien con poca experiencia en este tipo de acciones, lo mejor es mantener las actividades de gamificación lo más fáciles posible. Un ejemplo de esto sería la barra de avance que tiene un perfil de LinkedIn y que invita a los usuarios a rellenar toda la información de sus perfiles.

-Planifica: Ya lo sabes, pero el éxito de cualquier estrategia de marketing se basa en la planificación. La planificación te permite, no solo saber qué tienes que hacer en cada momento, sino que también te facilita entender qué tipo de proceso de gamificación debes implementar en tu caso.

-Ofrece algo de valor: Piensa siempre en qué quiere tu audiencia y ofrece una experiencia que aporte valor a cambio de su tiempo. Por ejemplo, el programa de fidelización de Starbucks invita al usuario a seguir yendo a las cafeterías y a consumir más café, el cliente acumula estrellas en cada compra y puede canjearlas por productos gratis.

-Competencia y colaboración: Un premio atractivo de por sí puede incitar a la participación. Pero hay dos cosas que harán que tus clientes estén enganchados a tu sistema de gamificación; competición y colaboración. Crea un sistema para que los usuarios compitan entre ellos u ofrece un desafío que les obligue a colaborar para alcanzar sus metas.

-Analiza: Como te hemos explicado, una de las ventajas de la gamificación es que te permite obtener información valiosa de tus clientes. Analiza los resultados del sistema y observa cómo es el progreso de los clientes. Un ejemplo de esto es el programa Fuelband de Nike que conecta a empresa y clientes, de esta forma, el departamento de marketing de Nike tiene información muy valiosa para personalizar las campañas que envían a sus clientes.

 

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